“El creciente desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, el acelerado cúmulo de información y la omnipresencia de las comunicaciones en el entorno social, contribuyen a que en el ámbito educativo se lleven a cabo las necesarias transformaciones para adecuarse a una sociedad en estado de cambio permanente, con nuevas necesidades y valores” (Fernández, 2010: 4).
Bajo este marco, aparece el concepto de cibercultura, como un escenario tecnológico para la producción cultural y social. Con éste fenómeno, las instituciones, los roles, los individuos, las identidades, los grupos y las formas de vida se transforman.
Una sociedad de la información, exige una nueva educación basada en los nuevos medios técnicos y en sus lenguajes. Son muchas las innovaciones y limitada la toma de conciencia sobre los cambios que se nos presentan, las generaciones adultas se resisten a incorporar en su vida cotidiana las herramientas tecnológicas, mientras que las nuevas generaciones vislumbran un presente y un futuro regidos por la tecnología.
Por lo tanto, la escuela, como la segunda institución más importante en el proceso de socialización del individuo (después de la familia), requiere de una reconfiguración en el ámbito organizacional, una reestructuración del curriculum educativo y, por ende, de los procesos de enseñanza-aprendizaje puesto que estos ya no estarán mediados solamente por el lenguaje oral y escrito sino también, por un lenguaje icónico-gráfico (imagen digital y diversos sistemas de representación). Estas circunstancias son las que ha llevado a definir las competencias profesionales del docente en la sociedad del siglo XXI, en el marco de la relación educación-tecnología.
Modelo tradicional o clásico | Modelo tecnológico |
1.- El profesor como instructor. 2.- Se pone el énfasis en la enseñanza. 3.- Profesor aislado. 4.- Suele aplicar los recursos sin diseñarlos. 5.- Didáctica basada en la exposición y con carácter unidireccional. 6.- Sólo la verdad y el acierto proporcionan aprendizaje. 7.- Restringe la autonomía del alumno. 8.- El uso de nuevas tecnologías está al margen de la programación. | 1.- El profesor como mediador. 2.- Se pone el énfasis en el aprendizaje. 3.- El profesor colabora con el equipo docente. 4.- Diseña y gestiona sus propios recursos. 5.- Didáctica basada en la investigación y con carácter bidireccional. 6.- Utiliza el error como fuente de aprendizaje. 7.- Fomenta la autonomía del alumno. 8.- El uso de nuevas tecnologías está integrado en el currículum. El profesor tiene competencias básicas en TIC. |
“Un profesional comprometido con la educación deberá actuar, en consecuencia, preparando a las nuevas generaciones para convivir con los medios desde una formación que promueva la participación y reflexión crítica en su uso e interpretación. No podemos seguir enseñando a las generaciones del futuro con las herramientas que formaron parte de nuestro pasado”. (Fernández, 2010: 8).
Referencia bibliográfica: Fernández, Muñoz, Ricardo (2010), “Competencias profesionales del docente en la sociedad del siglo XXI”, en El perfil del profesorado del siglo XXI, Universidad de Castilla-La Mancha, pp. 4-8.
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